viernes, 19 de agosto de 2011

Laicismo: pasado, presente y futuro.

Por M. González Díaz.


600.000.000 (seiscientos millones) de personas siguieron por TV la anterior edición de las JMJ. Las mismas fuentes estiman que éstas que ahora se celebran en Madrid sobrepasarán esa cifra.

Pero da igual. Todo se puede negar. No porque tengan ninguna esperanza de desdibujar el éxito incuestionable de las Jornadas, sino porque están abocados a sostener las posiciones ideológicas del laicismo radical contra Cristo y contra su Iglesia.

El Laicismo ha estado en todas las persecuciones de la edad moderna a los cristianos: Francia, primero, Méjico y España, donde se produjo la persecución más sangrienta y feroz de la Historia. En el caso concreto de nuestro pais actuaron en colaboración con socialistas, comunistas y anarquistas, en una combinación explosiva de terror y de muerte.

Lo de los socialistas de estos últimos años (desde aquel episodio trágico del 11 de Marzo de 2004) ha sido una experiencia absolutamente impensable en una sociedad democrática madura, y en un contexto político internacional propio que todavía ni se ha percatado de la gravedad de la experiencia. Con el transcurrir del tiempo , la experiencia española de estos años de la combinación tóxica del PSOE con el Laicismo extremista (con la cara de pánfilo inofensivo de ZP o la expresión siniestra de Rubalcaba, el hombre que miente con más sinceridad de toda España) será recordada como la de mayor indigencia moral e intelectual de los últimos cien años.

El espectáculo de los laicistas violentos de estos días contra los jóvenes de las Jornadas Mundiales, con la grosera manipulación de los “agentes” responsables políticos del PSOE, no tiene posible parangón en una sociedad avanzada, moderna, libre y democrática, como las que componen nuestro entorno natural.
En el año treinta y seis, ya avanzada la terrible persecución religiosa del Frente Popular en la llamada zona roja, una buena mujer de mi pueblo, que debía de pensar que “todo el mundo” se reducía aquello de lo que ella tenía noticias, le preguntó a mi abuela: “Doña Lola: ¿dónde se habrá escondido el Papa?”. Años de analfabetismo y de odio.

Y ayer mismo, en una entrevista televisiva a una joven del 15-M, ésta argumentaba que porqué esos jóvenes del JMJ podían entrar en los bares y tomar lo que quisieran gratis, mientras que ella tenía que pagárselo de su bolsillo: “¿A ver, por qué esos “listos” sí, y yo no?”. Me quedé estupefacto, hasta que caí en la cuenta de que esta pobre chica laicista había regresado al pasado del analfabetismo y del odio de la mano del PSOE y de sus sumos sacerdotes ZP y Rubalcaba, con el acompañamiento impagable de los Pepiños, Bonos, Bibianas y Pajines.

El Papa no está escondido en ninguna parte, porque nadie va a asesinarlo. Aquellos tiempos de pesadilla, luto y odio, ya han pasado ¡hace más de 70 años, señorita laicista! Solo un grupo de descerebrados, cultivadores del sueño imposible del regreso al pasado, han podido fanatizar a esa pobre chica -de expresión triste y dura- en la manera en que lo han hecho.



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