martes, 5 de junio de 2012

Y una vez en la calle ¿qué..?



Por Jorge Juan Perales.

Hace unos días compartía mesa con un joven Director Financiero para España y Portugal de una empresa multinacional de importancia. Como casi siempre que nos vemos, una o dos veces al mes, debatíamos sobre la situación de la Economía en General y de la española en particular. Esta crisis tiene más calado que las anteriores, la globalización ha hecho que el Gran Capital se replantee el dominio del mundo distribuyendo la riqueza y la producción de tal modo que nadie pueda disputar su Poder, para ello los poderosos financieros, que siguen siendo los dueños en última instancia, del dinero circulante, de los depósitos bancarios y de los grandes medios de producción, están manejando la Crisis, con un plan previo y bien definido, para hacerse con los controles reales de la gobernación económica mundial y por tanto sometiendo a la política a sus intereses ¿Quiénes son los mercados?. La soberanía ya no reside en el pueblo, en los Estados, sino en los centros mundiales de poder económico. Poco a poco los gobiernos locales van sucumbiendo a esta estrategia de la Gran Finanza, el Imperialismo moderno no quiere territorios, quiere someter la voluntad de los hombres e imponer su Nuevo Orden, que les haga sentirse Amos del Mundo, todo el territorio mundial así les pertenece, las materias primas y las manufacturadas, todo termina siendo suyo excepto la pobreza y el sufrimiento, regulando a su antojo el nacimiento, la vida y la muerte de los hombres. Los dos estábamos de acuerdo en aceptar esta breve conclusión de nuestros análisis previos. Mi amigo, hombre de valores espirituales católicos, asqueado incluso de su dirección financiera por injusta, amoral y alejada del bien común para el Hombre, padre de familia preocupado por la educación y las condiciones de vida presentes y futuras de sus hijos, me volvía a escuchar pacientemente, una vez más, mi exposición de la solución joseantoniana como alternativa real al capitalismo global liberal corregido al modo totalitario imperante hoy en nuestro mundo real. Jorge, me decía, lo veo claro cuando me lo expones, hablo con mucha gente y básicamente coincidimos que por ahí deberían ir los cambios y las nuevas conquistas socioeconómicas, pero cuando sale la palabra falange, falangista o nacionalsindicalista la gente no quiere escuchar, cierra los oídos y se aleja, se aparta incluso de la discusión, a veces pierdes la relación. El concepto de Hombre, de Familia, de Trabajo, de Propiedad privada, comunal y sindical, de Empresa Sindical, familiar y personal, de Estado fuerte de todos y para todos al servicio del Bien Común, de representación democrática por medio de las unidades naturales, de la Justicia Social basada en principios morales permanentes emanados de la Ley Natural, la superación de la Lucha de Clases, de las Divisiones Territoriales, culturales y de razas, en aras a la grandeza, unidad- asumiendo la diversidad- y libertad de las Patrias, en la conquista de sociedades de hombres libres, democráticas, armoniosas, alegres, solidarias y apacibles, que tiendan individual y colectivamente a la supremacía de lo espiritual, conformaría un nuevo mundo en donde la esclavitud de los salarios seria abolida, la concepción del predominio del Capital sobre el trabajo estaría superado, el Capital al servicio del Trabajo prevalecería triunfante, la banca financiera no tendría ánimo de lucro sino de servicio al bienser de los trabajadores y sus familias, se competiría por ser mejores para hacer más grande a la Patria y no para tener más que los otros; la realidad del Hombre , Libre, Digno, Integro y Trascendente, merecedor por su trabajo del Pan de cada día que compartiría, por sentido de la justicia, los bienes comunes con sus hermanos, construyendo un mundo mejor para que las generaciones venideras se sientan orgullosas de la historia que les lega sus ancestros, haría más grande, más justa y feliz a la humanidad.

Y una vez en la calle ¿qué…? Que decimos, como nos presentamos, quién nos escucha, no todos están predispuestos a prestarnos unos segundos de atención, hemos perdido la credibilidad si es que alguna vez la hemos tenido, todo intento de resucitar la falange de José Antonio ha sido y es abortado, han logrado callarnos y marginarnos; nos tachan de “ultras” y algunos de los que se dicen de los nuestros lo confirman con sus palabras y hechos; nos dicen “fascistas” y algunos que se dicen de los nuestros actuando como tales lo confirman; nos relacionan con el régimen “franquista” y algunos que se dicen de los nuestros lo reafirman; nos tachan de “intolerantes antidemócratas” y algunos que se dicen de los nuestros les dan razones para ello; nos señalan como “racistas e insolidarios” con los extranjeros y algunos que se dicen de los nuestros contradiciendo la concepción del hombre joseantoniana les dan motivos para que sigan diciéndolo. Cuando salimos a la calle la gente se va, no nos quieren, molestamos, solo ven algaradas sin mensaje, estéticas de otros tiempos portando banderas enormes y numerosas que no por ser más grandes y más cantidad defiende más y mejor a lo que representan, comportándose como hinchas de un club deportivo más que como políticos que ofrecen soluciones para el Bien Común cercanos a su pueblo. Las derechas nos utilizan como fuerza de choque contra la extrema izquierda y las izquierdas nos presentan como los violentos reaccionarios en donde pervive todo lo peor de las derechas y algunos que se dicen de los nuestros les hacen el juego político alimentando sus estrategias electorales. ¡Para lo que hemos quedado! Es frustrante comprobar que cuando hablas de ideología falangista joseantoniana pura, sin mencionar su procedencia, es escuchada y aceptada, siendo altamente atrayente para las personas de sentido común con ansias de justicia social y libertad para todos los hombres. No conectamos con la calle, ni con la juventud, ni con los obreros, ni con el campo, ni con la Universidad, ni con los intelectuales, ni con la Iglesia, ni con los parados, ni con los militares… La etiqueta esta puesta, ULTRAS, FASCISTAS, FRANQUISTAS, RACISTAS, INSOLIDARIOS, INTOLERANTES, ANTIDEMOCRATAS, VIOLENTOS, REACCIONARIOS, DE EXTREMA DERECHA, MARGINALES. Los joseantonianos sabemos que la doctrina falangista final que construyó José Antonio no admite esto, es incompatible con todas y con cada una de estas marcas que nos atribuyen, que tan injustamente manchan la memoria de José Antonio y de cuantos camaradas entregaron su vida por ellas. Sabemos también que son las armas propagandistas de los unos y de los otros para acallar los contenidos revolucionarios doctrinales que están explícitos en el cuerpo total de doctrina joseantoniana que, si prenden en el pueblo-ellos lo saben bien- pondrían gravemente en cuestión a las ideologías dominantes, neutralizando e impidiendo que llegue al conocimiento de las gentes, pero no sabemos, no encontramos la fórmula para salir a la calle y explicarnos, desmontar estas etiquetas, contrarrestar esta imagen distorsionada del verdadero pensamiento joseantoniano y del ser falangista, decir lo que verdaderamente somos y conseguir ser oídos, llegar al corazón y a la razón de nuestros compatriotas, tenderles la mano y decirles, tenemos una ideología de Justicia y Libertad, de Pan y de Patria, de Unidad, Esfuerzo y Trabajo, de Solidaridad, Servicio y de Amor que queremos que conozcas para compartirla contigo, sin imponerte nada, en el respeto a tu libertad, porque creemos profundamente en el HOMBRE Y EN LA VERDAD . ¿Qué y quiénes nos lo impiden? Pensemos.

! Libertad para la doctrina joseantoniana presa en las mentes inanes, ignorantes y torpes de los que diciéndose o diciéndonos falangistas la entierran o la enterramos en el desprestigio, en la confusión, en la falsificación y en la marginación de los vivos! Pensemos.


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