martes, 24 de enero de 2012

Reconstrucción Nacional: la tarea de todos los españoles.





FE-JONS/ Si algo parecía claro tras la victoria de los populares el pasado 20 de noviembre es que esta se produjo básicamente como consecuencia de la mala gestión que en el ámbito económico desarrollaron los socialistas, negando la crisis primero, y sin cualidades para acometerla, después. El PP alardeó durante sus años de oposición y en la misma campaña  electoral de contar con un prestigio providencial para gestionar el capitalismo, ufanándose de la labor de los gobiernos de Aznar, que obró el “milagro español” poniendo en almoneda las empresas públicas rentables y culminando un modelo productivo basado en el sector servicios y en la construcción. El tiempo ha demostrado que no solo el milagro no fue tal, sino que además difícilmente podrá presentarse mejor ocasión que entonces, con las cuentas saneadas, crecimiento del PIB y un inmerecido prestigio internacional, para diseñar un modelo de crecimiento mas consistente y de mayor recorrido. De aquellos polvos vinieron estos lodos, inmersos a su vez en el lodazal de una coyuntura internacional que se llama Crisis del Capitalismo.

La realidad está contestando de mala gana a la fama de los populares: Rajoy ha mentido a sus electores , subiendo los impuestos, al menos, durante dos años. A razòn de las elecciones andaluzas, se está  mostrando calculadamente inoperante como interlocutor entre los subvencionados agentes gubernamentales-no son sociales-de la patronal y los sindicatos, para propiciar la reforma laboral que nos exige la UE, ceñida básicamente al abaratamiento del despido y al fin de los convenios sectoriales. Y finalmente esta haciendo gala de una flagrante hipocresía pergeñando la enésima iniciativa legal, para que se infrinja, esta vez referida al incumplimiento del déficit por parte de las Comunidades Autónomas. Unas autonomías desleales con los intereses del conjunto de España y tremendamente gravosas para el erario público que gastarán este 2012 un total 400 millones de euros, cantidad en la que se comprenden los más 319.000 euros  que nos cuestan a los españoles cada uno de sus escaños.
FE-JONS viene señalando precisamente al Estado Autonómico como el primero de los males que aquejan al modelo de convivencia y también económico de nuestra patria. No nos cansamos de insistir en que toda vía de reparación para España pasa por curar esas heridas que supuran llamadas autonomías. Aspiramos a su erradicación, sustituyendo su papel pretendidamente descentralizador por la revitalización participativa  de los municipios en su lugar, verdaderos entornos de decisión más próximos al ciudadano y con menor carga disolvente para el conjunto de la nación en sus pretensiones. Y exigimos respuestas, porque ¿con qué  autoridad moral se nos puede sancionar a los españoles con que paguemos más impuestos, mientras no cesen las subvenciones millonarias a partidos políticos, patronal y sindicatos? ¿con qué cara dura se nos puede imponer a los trabajadores una renuncia a nuestros derechos más básicos  mientras los dividendos a repartir entre los altos directivos de las empresas y los bancos no ha dejado de crecer? ¿cómo se atreven a hablarnos de un impulso de normativas de “buenas prácticas” entre políticos o de consecuencias legales para las autonomías redundantes en el descontrol del déficit, mientras el despilfarro de comunidades como la valenciana es aliviado merced a nuestros impuestos con los rescates? ¿Cómo es posible que  autonomías como la catalana exijan sacrificios a sus ciudadanos con los recortes en  seguridad, sanidad y educación, mientras por ejemplo tiene previsto destinar este año un total de 832.260 euros, a razón de 70.000 euros mensuales, en concepto de alquiler de su embajada en Bruselas?
FE-JONS propone a los españoles una España viva: activa en sus relaciones internacionales acorde con su naturaleza europea e hispanoameriacana. Independiente y soberana para decidir su futuro. Radicada en la solidaridad entre sus territorios  y en la equidad social de sus gentes. Los falangistas apostamos por el municipalismo como modelo de gestión descentralizador alternativo al autonómico y aspiramos a implicar de manera directa a los españoles en la gestión de su presente y su futuro en los ámbitos de convivencia   comunales y en los entornos políticos y laborales. Invitamos a todos los españoles a participar en el proyecto de Reconstrucción Nacional que España precisa y al que nuestro patriotismo -hermoso título- nos mueve.


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