FE-JONS/ Si algo parecía claro tras la victoria de los populares el pasado 20 de
noviembre es que esta se produjo básicamente como consecuencia de la
mala gestión que en el ámbito económico desarrollaron los socialistas,
negando la crisis primero, y sin cualidades para acometerla, después. El
PP alardeó durante sus años de oposición y en la misma campaña
electoral de contar con un prestigio providencial para gestionar el
capitalismo, ufanándose de la labor de los gobiernos de Aznar, que obró
el “milagro español” poniendo en almoneda las empresas públicas
rentables y culminando un modelo productivo basado en el sector
servicios y en la construcción. El tiempo ha demostrado que no solo el
milagro no fue tal, sino que además difícilmente podrá presentarse mejor
ocasión que entonces, con las cuentas saneadas, crecimiento del PIB y
un inmerecido prestigio internacional, para diseñar un modelo de
crecimiento mas consistente y de mayor recorrido. De aquellos polvos
vinieron estos lodos, inmersos a su vez en el lodazal de una coyuntura
internacional que se llama Crisis del Capitalismo.
La realidad está contestando de mala gana a la fama de los populares: Rajoy ha mentido a sus electores ,
subiendo los impuestos, al menos, durante dos años. A razòn de las
elecciones andaluzas, se está mostrando calculadamente inoperante como
interlocutor entre los subvencionados agentes gubernamentales-no son
sociales-de la patronal y los sindicatos, para propiciar la reforma
laboral que nos exige la UE, ceñida básicamente al abaratamiento del
despido y al fin de los convenios sectoriales. Y finalmente esta
haciendo gala de una flagrante hipocresía pergeñando la enésima
iniciativa legal, para que se infrinja, esta vez referida al
incumplimiento del déficit por parte de las Comunidades Autónomas. Unas
autonomías desleales con los intereses del conjunto de España y
tremendamente gravosas para el erario público que gastarán este 2012 un
total 400 millones de euros, cantidad en la que se comprenden los más
319.000 euros que nos cuestan a los españoles cada uno de sus escaños.
FE-JONS viene señalando precisamente al
Estado Autonómico como el primero de los males que aquejan al modelo de
convivencia y también económico de nuestra patria. No nos cansamos de
insistir en que toda vía de reparación para España pasa por curar esas
heridas que supuran llamadas autonomías. Aspiramos a su erradicación,
sustituyendo su papel pretendidamente descentralizador por la
revitalización participativa de los municipios en su lugar, verdaderos
entornos de decisión más próximos al ciudadano y con menor carga
disolvente para el conjunto de la nación en sus pretensiones. Y exigimos
respuestas, porque ¿con qué autoridad moral se nos puede sancionar a
los españoles con que paguemos más impuestos, mientras no cesen las
subvenciones millonarias a partidos políticos, patronal y sindicatos?
¿con qué cara dura se nos puede imponer a los trabajadores una renuncia a
nuestros derechos más básicos mientras los dividendos a repartir entre
los altos directivos de las empresas y los bancos no ha dejado de
crecer? ¿cómo se atreven a hablarnos de un impulso de normativas de
“buenas prácticas” entre políticos o de consecuencias legales para las
autonomías redundantes en el descontrol del déficit, mientras el
despilfarro de comunidades como la valenciana es aliviado merced a
nuestros impuestos con los rescates? ¿Cómo es posible que autonomías
como la catalana exijan sacrificios a sus ciudadanos con los recortes en
seguridad, sanidad y educación, mientras por ejemplo tiene previsto
destinar este año un total de 832.260 euros, a razón de 70.000 euros
mensuales, en concepto de alquiler de su embajada en Bruselas?
FE-JONS propone a los españoles
una España viva: activa en sus relaciones internacionales acorde con su
naturaleza europea e hispanoameriacana. Independiente y soberana para
decidir su futuro. Radicada en la solidaridad entre sus territorios y
en la equidad social de sus gentes. Los falangistas apostamos por el municipalismo
como modelo de gestión descentralizador alternativo al autonómico y
aspiramos a implicar de manera directa a los españoles en la gestión de
su presente y su futuro en los ámbitos de convivencia comunales y en los entornos políticos y laborales. Invitamos a todos los españoles a participar en el proyecto de Reconstrucción Nacional que España precisa y al que nuestro patriotismo -hermoso título- nos mueve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario