FE-JONS/ Se cumplen 75 años del asesinato a manos
gubernativas del fundador de Falange Española, José Antonio Primo de
Rivera. No debe ser esta una ocasión para emplearse en hagiografías
lacrimógenas ni nostálgicas, como tampoco en victimismos ni en
enconamientos entre españoles, sino bien al contrario de ejercicio de
memoria -de la que tan ayunos nos encontramos los españoles- y sobre
todo de lealtad a unos ideales que, encarnados en el valor político y
en el ejemplo personal de José Antonio, continúan siendo tan plenamente
actuales como desconocidos para una inmensa mayoría de españoles.
Desde
Falange Española de las JONS sostenemos que el mejor homenaje que
podemos rendir a nuestro fundador se sustenta en el ejemplo personal
diario de todos los falangistas como testimonio de esa manera de pensar y
de ser que predicamos. Y también en el compromiso de todos los hombres y
mujeres que formamos FE-JONS por traducir en presente y futuro las
claves legadas por los camaradas que nos precedieron.
Así debemos expresar nuestra lealtad, diariamente. Así debemos ejemplificar nuestro homenaje, siendo constantes.
José Antonio , siempre PRESENTE
<<Esto
es lo grave del momento presente: los partidos triunfantes,
engollipados de actas de escrutinio, creen que ya no hay que pensar en
la revolución. La dan por acabada. Y se disponen a arreglar la vida
chiquita del Parlamento y de sus frutos, muy cuidadosos de no manejar
sino cosas pequeñas. Ahora empiezan los toma y daca de auxilios y
participaciones. Se formarán Gobiernos y se escribirán leyes en papel.
Pero España está fuera.
Nosotros lo sabemos y vamos a
buscarla. Bien haya la tregua impuesta a los descuartizadores. Pero
desgraciados los que no lleguen al torrente bronco de la revolución –hoy
más o menos escondido– y encaucen, para bien, todo el ímpetu suyo.
Nosotros iremos a esos campos y a esos pueblos de España para convertir
en impulso su desesperación. Para incorporarlos a una empresa de todos.
Para trocar en ímpetu lo que es hoy justa ferocidad de alimañas
recluidas en aduares, sin una sola de las, gracias ni de las delicias de
una vida de hombres. Nuestra España se encuentra por los riscos y los
vericuetos. Allí la encontraremos nosotros, mientras en el palacio de
las Cortes enjaulan unos cuantos grupos su victoria sin alas>>.
José Antonio en el semanario FE, un 7 de diciembre de 1933
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