Ayer Martes, Zapatero celebraba junto con Recep Tayyip Erdogan una rueda de prensa conjunta en Ankara, la capital turca. Pepe Blanco, sentado en primera fila, debía de estar agotado. A pesar de los esfuerzos por mantenerse despierto y del gran interés de las palabras de nuestro presidente, el sopor pudo con él y acabó por abandonarse a los brazos de Morfeo.
Tanto es así que su compañera, la ministra de Exteriores Trinidad Jiménez, no se atrevió a interrumpir su descanso o aburrimiento.
Al despertarse, Blanco, sobresaltado mira a su alrededor por si le han pillado...
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