El próximo martes, 19 de julio, a las 21 horas, los falangistas y cuantos españoles de bien deseen acompañarnos, nos reuniremos junto al monumento a los Caídos en el Cuartel de Montaña (C/ Ferraz esquina al parque Pintor Rosales) para reinvindicar la Memoria Falangista y la de quienes murieron trágicamente en dicho lugar.
Memoria histórica:
EL CUARTEL DE LA MONTAÑA
EL CUARTEL DE LA MONTAÑA
El 19 de julio, el cuartel es rodeado por tropas leales al gobierno de la República, guardias de Asalto y milicias populares rojas, mientras los sublevados esperan el auxilio desde Cuatro Vientos y Getafe inútilmente. Según algunas fuentes, aparece alguna bandera blanca en el cuartel, enarbolada probablemente por algún quinto rojo destinado allí, que rápidamente es retirada por sus compañeros.
La noche del 19 al 20 de julio, los republicanos emplazaron en la plaza de España dos piezas de artillería del 105 y una más del 155, único calibre capaz de atravesar los muros del cuartel. A las 7 de la mañana del día 20 comienza el bombardeo sobre el cuartel. Durante horas, el Cuartel es incesantemente bombardeado desde el aire, con las tres piezas de artillería y asediado por la presión de los rojos. A primeras horas de la tarde, una compañía de la Guardia Civil consigue penetrar en el patio principal desde el parque del Oeste, al tiempo que se abren las puertas que daban a la plaza de España.
El asalto popular sí fue, entonces, masivo: la carnicería que se produce en su interior, tras la rendición de los nacionales, es una de las más crudas y salvajes de toda la contienda. Los que no son asesinados dentro del cuartel (bala, bayoneta, hacha... todo vale), son sacados fuera y distribuidos por los milicianos en dos direcciones: a unos los encaminaban por la izquierda, junto a la pared del cuartel, donde son acribillados a balazos y rematados a bayoneta. Algunos pueden, no obstante, cantar el “Cara al Sol” antes de caer muertos. A otros los hacen ir por el centro y tras unas horas de encierro en el nº 7 de la Plaza de España, acaban en la cárcel Modelo
La izquierda siempre ha justificado la matanza arguyendo que se trató de un movimiento espontáneo llevado a cabo por una población indignada... pero nadie ha explicado porqué los jefes más destacados como Sierra o Fanjul, fueran cogidos vivos para ser juzgados y fusilados, sin caer en manos de la furia popular.
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