Por Cristobal Miguel Maldonado:
Frente a estos años en los cuales el pueblo tan solo mantiene sobre sus hombros la pesada carga de verse destinado inevitablemente al caos identitario somos muchos los que buscamos esa solución deseada en palabras de otros que absolutamente han tenido nada que ver con lo que bajo nuestro punto de vista debería de ser lo correcto, lo humano, lo espiritual y lo consagrado como divino, fue entonces cuando a mi, como a muchos compañeros unidos en el mismo pesar dimos ese manotazo sobre la mesa con la completa convicción de que el camino a seguir no era ese que nos señalaban nuestros contemporáneos.
En ni uno solo de ellos nos veíamos representados y es mas, lo que es peor, no notábamos su presencia, su deseado acercamiento y preocupación por quienes somos los verdaderos portadores de la soberana patria, es entonces cuando entró José Antonio a nuestras vidas como motivo de encuentro con nuestras propias moralidades, sacando como de los mas profundo de nosotros lo mas hermoso y divino, José Antonio...en continuo contacto con Dios, con una mano tendida sobre el y la otra sobre su sufrida patria, entonces nació la revolución disipando toda duda posible, entonces nació en nuestras almas el espíritu Nacional-Sindicalista como un hijo recién parido con nombre de héroe.
José Antonio, amor y honor frente a la barbarie.
José Antonio, portador de hijos eternos al servicio de Dios, patria y justicia.
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