"Si mi hijo pasa hambre, los tuyos pasarán miedo". Esta pintada en un muro me ha generado mucha inquietud. Niños pasando hambre en España. Algo que hace cuatro años nos parecía muy distante en el tiempo y el espacio, lo tenemos aquí. Además refleja una fractura social. Los desposeídos peleándose con los supervivientes a la quiebra.
Sobre esta pintada alguien ha escrito: "y tú al juez". Lo que me ha generado más desesperanza aún. ¿Qué clase de respuesta es esa? ¿Frente a la miseria levantamos alambres de espino y mandamos policías? ¿Queremos copiar lo peor de las sociedades hermanas de Iberoamérica? Ciudades donde las clases medias y altas se blindan en sus barrios frente a las personas que los mercados han deglutido y expulsado. Unos viviendo entre rejas para protegerse de los que viven entre cartones. ¿Hacia esa sociedad vamos?
Frente a esto la respuesta debe ser la unidad nacional. Unidad nacional no significa ver a la Legión desfilando por la Diagonal de Barcelona o miles de personas celebrando con congas el triunfo de la Eurocopa. Unidad Nacional es sentirnos como un todo. Es ser conscientes de que o nos salvamos todos o esto revienta.
Hacer Patria no es desplegar grandes banderas, hacer Patria es no girar la cabeza frente al sufrimiento ajeno. Es solidaridad y justicia. Es no resignarse a ver el hambre alrededor. Patriotismo es no consentir que haya excluidos sociales, compatriotas que al perder el trabajo y la vivienda queden fuera de la sociedad. Un patriota siente empatía por el sufrimiento ajeno, lo siente como propio. Lo demás es usar la bandera para adornar privilegios, justificar injusticias.
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