La maleta de José Antonio, con sus efectos más
íntimos y personales, de la que se hizo cargo Indalecio Prieto, ministro
socialista y que se llevó consigo al exilio en México, no fue devuelta a Miguel
Primo de Rivera, sobrino de José Antonio, hasta 1977. Ahora, 75 años después, ha
podido ser fotografiada. Impresionan las fotos, la pluma, con la que redactó su
testamento. Un mono azul; seguramente el mismo con el que se fotografió en la
cárcel Modelo de Madrid, una pelota, hecha de trapos y con la que jugaba al
frontón en la cárcel con su hermano Miguel, una cinta con los colores de la
Falange, unas gafas rotas, sus camisas bordadas con la corona y la E de
Estella... su peine, vaso, maquinilla y hojas de afeitar, una llave, sus papeles
y últimas cartas escritas a sus familiares y camaradas... su detente...
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