jueves, 24 de noviembre de 2011

El nuevo presidente debe tomar medidas urgentes para crear empleo.




PATRIA SINDICALISTA/ Mariano Rajoy, el nuevo presidente del Gobierno de España, ha heredado una pesada losa sobre sus hombros. Con 5.000.000 de desempleados, y 9.000.000 de compatriotas en el umbral de la pobreza, el presidente «de todos los españoles» debe ofrecer un plan de choque.

Inversión en infraestructuras

Las infraestructuras que el PSOE congeló enviaron al paro a cientos de miles de españoles. El Gobierno debe retomar estas obras públicas como medida urgente de reactivación de empleo, especialmente en sectores como la construcción.

Frenar la inflación

Se oyen voces neoliberales que abogan por una subida del IVA que alcance el 20 %. En una economía tan desajustada como la española, y tan desigualitaria, una subida generalizada de este tipo incidiría negativamente sobre el consumo. Más bien se debe optar por una subida impositiva sobre productos que no sean de primera necesidad (alcohol y tabaco principalmente), y una rebaja en el precio del combustible profesional para incentivar algunos sectores como el del transporte, que ha dejado de ser competitivo, y la agricultura.

Estabilización del mundo laboral

Frente a la flexibilización que piden los empresarios, que descargan en numerosas ocasiones en las espaldas de los trabajadores españoles, su mala gestión o falta de miras, el Gobierno debe fomentar la contratación indefinida, estimular la exportación de productos españoles y reorientar la política industrial española.

Eliminar administración para ahorrar dinero público

Los dos grandes partidos han cargado sobre los españoles los recortes de la crisis para ahorrar dinero público, cuando lo cierto es que eliminando las Comunidades Autónomas, el Estado ahorraría cada año 26.000 millones de euros en gastos corrientes y personal, con las diputaciones 24.000 millones de euros. Los 55,2 millones que vale mantener el Senado o los casi 10 que se lleva la Casa Real se podrían emplear en dotar de financiación la ley de dependencia.

Otras medidas: autofinanciación de grandes partidos,
sindicatos y patronales

Los españoles no pueden estar malviviendo cuando se conceden anualmente 131.000.000 de euros subvenciones a partidos políticos, 204.000.000 de euros a los sindicatos, incluye formación para el empleo, y nada menos que 400.000.000 de euros a las patronales.

Con estas medidas de choque, se podría ahorrar el estado casi 51.000.000.000 euros que podrían invertirse en mejora de los servicios públicos, y en la recapitalización de la administración, exhausta tras una nueva década de despilfarro y pelotazos urbanísticos, como la que viviera España a finales de los ochenta. Pero si España no intenta mantener un mínimo de capacidad operativa en su ya cedida soberanía económica, todas estas medidas se supeditarán nuevamente a los dictados del eje franco-alemán, del que España nunca ha formado parte, poniendo en práctica, como una monarquía bananera, los dictados europeos contra los intereses del pueblo español.

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