lunes, 7 de noviembre de 2011

Crónica III Tertulia “El Signo del Krak”




Viernes, 4 de noviembre. Hoy nos ha abandonado el tiempo soleado y la buena temperatura. Llovía en Madrid y un desapacible viento del norte nos traía el frío de Guadarrama hasta el centro de la capital. La Plaza de Olavide, donde se encuentra la Cervecería de la Cruz de Malta, lugar ya habitual de la Tertulia “El Signo del Krak”, estaba en esta tarde prácticamente vacía; y los pocos transeúntes caminaban deprisa, sorteando la lluvia y el viento racheado. Era de temer que bajara el número de asistentes, dadas las circunstancias. Pero no fue así. El local se llenó como en las dos ocasiones anteriores, con algunos asistentes más.

Esta vez el tema de la ponencia era FALANGE Y DEMOCRACIA. Sugerente el título de la convocatoria. Los ponentes fueron Alejandro López y Carlos Zarco, acompañados en la mesa por Luis López Novelle, además del moderador.

Intervino en primer lugar Alejandro López, que hizo una exposición muy ajustada a los textos doctrinales, con numerosas citas de José Antonio. Esa era, digamos, la parte puramente teórica de la ponencia a dos. La segunda intervención corrió a cargo de Carlos Zarco, concejal de El Escorial por Alternativa Municipal Española, elegido en las últimas elecciones, que explicó con detalle todo el proceso que se inicia con la formación de la candidatura hasta concluir con la obtención de la concejalía, después de sortear una verdadera carrera de obstáculos.

Lo cierto es que muchos no teníamos idea de lo complejo que puede llegar a ser la puesta en marcha de una candidatura; la cantidad de factores que influyen en el itinerario electoral (algunos de ellos verdaderamente curiosos); y los intereses personales y económicos que se ponen en juego, con no pocas concesiones a la picaresca por parte de los partidos mayoritarios (PP y PSOE). Como aparece publicado en este mismo portal, el alcalde del PP (20 años en el machito) es todo un fenómeno. Lo contó de un modo divertido nuestro contertulio ponente, que mantuvo al personal muy atento al relato de una experiencia personal y política interesante. Se podría llevar al cine, como en aquellas películas ligeras (malillas) en los primeros años de “nuestra joven democracia”, en las que se hacía la caricatura de políticos insolventes, siempre dispuestos a “pillar” y con algunos recursos picantes para darle más emoción a la trama. Toda una exposición conforme al más puro realismo sobre los hábitos de algunos personajes políticos y partidos homologados. Como para salir corriendo. La democracia que “nos dimos” hace ya unos treinta y cinco años ha retrocedido de “joven” a mamona insaciable, pero con todos los caracteres fisiológicos secundarios propios de los adultos.

El coloquio posterior fue, como ya es costumbre, intenso. Tomaron la palabra, en primer lugar, los representantes de los grupos falangistas, que consumieron sus turnos de exposición. Y tras ellos, el común de los asistentes, como también es costumbre. Fue especialmente vibrante la intervención de Maestú, que estuvo en un tono poco habitual en él, como urgido por la necesidad de formar cuanto antes una organización común, que ponga en marcha a todo el falangismo, reunido tras la “figura humana de José Antonio y de su programa político, de más valor y vigencia que los de todas las fuerzas políticas que operan en España”, vino a manifestar rotundo.

Hubo otras intervenciones, con diferencias de matiz algunas, menos dos radicalmente opuestas acerca de la conformidad de la Falange con la idea misma de la democracia. Por ser su primera comparecencia, bien podríamos destacar la intervención de Martín Ynestrillas, que supo añadir a sus argumentos sólidos en defensa de la democracia como forma de organizar la convivencia, un modo de expresarse sereno, riguroso y convincente. Alguna otra intervención se salió del tema de la convocatoria, no estuvo a la altura del estilo y del buen nivel de esta Tertulia, y no merece la pena ser reseñada. Es norma ya asumida por todos el que en la Tertulia “El Signo del Krak” no se dice mal de la Falange, de José Antonio ni de otros falangistas. Y así seguirá siendo.

Como ya sucedió en las anteriores reuniones se echo encima la hora y se terminó más tarde de lo previsto. La postertulia se prolongó en los corrillos de siempre. A la salida del local el frío viento de Guadarrama y la poca lluvia no invitaban a quedarse charlando. Así que cada uno se fue acelerando el paso, sin entretenerse en esas despedidas largas de las tertulias pasadas.

Y hasta la próxima Tertulia, cuya fecha y contenido se anunciarán debidamente.




1 comentario:

Anónimo dijo...

En tanto que los movimientos políticos que tienen un sentido revolucionario, sabemos que en vez de proclamar meramente los derechos formales hay que trabajar años para darles sentido. Desde ese punto de vista, yo soy demócrata.

José Antonio Primo de Rivera, ante el Tribunal Popular. Alicante, 1936

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