jueves, 14 de julio de 2011

Mi sincero testimonio.



Por Jorge Juan Perales.

En los años 70, la década de mis 20 años.

Nunca, en mi vida pertenecí a ninguna organización del Movimiento Nacional. En mi casa aprendí a ser joseantoniano.

Entre en contacto con militantes del FES, simpatice con ellos, hice algunas actividades, no quise firmar nada, aprendí a su lado, ética, estilo y mucha doctrina. Estaban en contacto con organizaciones del Movimiento, como el Frente de Juventudes, OJE, Guardia de Franco…Colegio Mayor Guitarte…decían Falange Si, Movimiento No y cantaban el “Viva la Revolución”, siempre guarde un gran respeto y les consideré camaradas, eran un grupo muy disciplinado pero yo les percibí entonces como muy rígidos.

Con un compañero de clase, en el Instituto, nos reconocimos falangistas. Me dijo que pertenecía al FENS, me llevo a un piso “muy secreto”, creo que estaba en la calle Hortaleza o Fuencarral, no recuerdo exactamente, de Madrid, lo visité varias veces, no me encontré a gusto y seguí mi búsqueda. También decían Falange Si, Movimiento No y cantaban el “Viva la Revolución”.

Me encontré con propaganda de la Asociación Juvenil Amanecer, me gusto, llame a la puerta de su sede “pseudoclandestina” de la calle Bravo Murillo de Madrid, al poco tiempo me afilie, fundamos los Círculos 4 de Marzo, fui miembro de su Junta Directiva junto con Aurelio, Recarte y Manolo Ramos y vicepresidente de la A.J. Amanecer. Convencí a un antiguo del FES (José Luis Arroyo) que conocía por otras razones para militar con nosotros. Decíamos Falange Si, Movimiento No. Cantábamos el “Viva la Revolución”. Nunca vi “coroneles” ni “secretas”, ni recibí ninguna consigna favorable al Movimiento Nacional, ni mucho menos antifalangista, no lo hubiese consentido. Siendo vicepresidente de A.J.A mantuve buenas relaciones con otros grupos falangistas, entre ellos con el FES. En mi vehemencia juvenil, no entendía las luchas cainitas entre hermanos falangistas.

Por la sede de “Amanecer” apareció un día un miembro de los “Círculos de José Antonio”, (Ricardo Zulueta) nos hablo de la Unidad Falangista…nos hicimos amigos y poco a poco se gestó el “Primer Congreso Nacional Sindicalista”, formé parte de la mesa organizativa del Congreso junto con Diego Márquez y otros, que luego presidió David Jato. Allí ya no se decía Falange Si, Movimiento No. No se cantaba el “Viva la Revolución”. Se gritaba UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD…pero como ahora, todos la queremos pero todos la impedimos. Aquí ya sí que hubo, digamos, “extraños”, yo me negué a firmar ningún pacto posterior, he visto por ahí, alguna adhesión de la A.J. Amanecer a algún pacto que nosotros no firmamos, por lo que recibí, recibimos algún recado desagradable.

Desencantados, un grupo de “amaneceres”, entre ellos José Luis Arroyo y yo, entramos en contacto con los “hedillistas”. El tiempo político era de vértigo, estos camaradas Cantaban el “Viva la Revolución” y decían con claridad Falange Sí, Movimiento NO, con una claridad contundente. La fuerza de Narciso Perales nos cautivó. Nos subimos al carro de la Auténtica, José Luis Arroyo fue nombrado Secretario General y yo Secretario Nacional de Organización, conseguimos el nombre oficialmente, después de todas las dificultades, manipulaciones y traiciones que hubo. Nos presentamos a las primeras elecciones al Congreso de los Diputados casi en todas las provincias, en las que no pedíamos el voto, pedíamos que se nos conociera, que se conociera a la Falange ocultada, a la Falange perseguida, a la Falange a la que se le había usurpado sus símbolos y se había mancillado y expoliado su nombre y su doctrina. Conseguimos varias decenas de miles de votos, sin dinero, sin medios, con la camisa azul puesta y con mucha ilusión. Claro que tuvimos problemas, internos y externos, topos de todos los colores, y como todas las organizaciones falangistas nos autodestruimos por ese mal exógeno que desde que fue asesinado José Antonio nos persigue. No hemos hecho el duelo de huérfanos y todos los enemigos políticos de izquierdas, de derechas y fascistas, que saben esto mejor que nosotros, nos lo avivan sutilmente recordándonos al José Antonio muerto para hacernos incapaces de coger su antorcha e iluminar la Revolución que el soñaba. Hoy cuando nuestro pueblo sufre de injusticias, cuando la Patria se desmorona, nosotros estamos discutiendo, todavía, sobre el lugar de descanso de los restos de José Antonio. Todavía hoy, Franco, nos sigue eclipsando después de muerto, nos ocupa nuestro tiempo, nos distrae de nuestro quehacer político. !Que hábiles son con nosotros los otros!.! Saquemos a los falangistas de la Cárcel de la ingenuidad y de la vehemencia falangista!

Después de treinta años de profesión y familia, vuelvo a este mundillo azul, del que nunca pude desengancharme del todo, veo los mismos problemas, los mismos temas, los mismos deseos, las mismas frustraciones, las mismas actitudes, las mismas discusiones… ¿las mismas esperanzas? …los mismos errores. He puesto mi esperanza en este portal de HISPANIAINFO, abierto, joseantoniano, integrador, ortodoxo nacionalsindicalista. Es un cauce de catarsis para muchos y de renovada ilusión para otros. La doctrina joseantoniana es de vivos y para vivos, dejemos a los muertos en paz. Recojamos sus testimonios, sus ejemplos, sus enseñanzas y revolucionemos el presente y el futuro. Aprendamos de nuestra historia de grupos, de banderías, apliquémonos nuestra doctrina de Unidad en la diversidad, construyamos una organización eficaz, con una estrategia bien definida para nuestro tiempo, para el mundo de hoy, para la España que vivimos. Saquemos a la Falange de la Cárcel de los falangistas. Este es el trabajo. Esta es la tarea. Los falangistas somos los únicos responsables de nuestros fracasos como organización política. Nuestra catarsis comienza por nosotros mismos. Nuestro futuro también.


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