viernes, 11 de marzo de 2011

Profanan una capilla de la Complutense desnudándose delante del altar.

los responsables religiosos de este templo universitario tienen intención de interponer una denuncia en la comisaría de Policía de Pozuelo de Alarcón, municipio al que pertenece este campus de la Universidad Complutense (UCM).

Los ataques a esta capilla no son nuevos. A principios de esta semana, según fuentes universitarias, la paredes y puertas del recinto aparecieron llenas de pintadas con más improperios hacia la religión católica. También se aludía a los casos de pederastia entre el clero. Ayer, sin ir más lejos, la mayor parte de las pintadas estaban ya tapadas con pintura y, salvo algunas frases o palabras, no se podía leer lo que había debajo.

Fotos del Papa

Algunas de las autoridades académicas consultadas por este periódico han confirmado que, en efecto, el grupo de vándalos era numeroso. Se habla, incluso, de entre 60 y 70 jóvenes. Lo que parece claro es que procedían de la facultad de Ciencias Políticas y que iban protestando y dejándose ver por todo el recinto universitario de Somosaguas. “Llevaban fotos del Papa y, algunos de ellos, pañuelos verdes en la cabeza”, ha comentado un representante académico.
Lo cierto es que la capilla de Somosaguas es pequeña. Se abre al culto prácticamente toda la jornada. El edificio que ocupa es muy recogido y, para acceder tanto al templo como a las oficinas, es necesario bajar algunos peldaños. Está a la vista y con las puertas de par en par.

Según testigos presenciales, los salvajes entraron en tropel a la antesala de la capilla. El capellán se percató del barullo y quiso que desistieran en su empeño. Imposible. El hombre se puso enmedio pero resultó zarandeado. “¡Menos mal que no han destrozado nada!”, relataba otra autoridad académica del campus de Somosaguas.
Este capellan responsable de la capilla universitaria declinó ayer hacer cualquier comentario al diario ABC. Nos remitió a la Delegación de Pastoral Universitaria donde, durante toda la tarde, nadie atendió al otro lado del teléfono.

Provocación

“Al margen de las creencias religiosas de cada uno de “estos”, no me resisto a alzar la voz ante un hecho tan lamentable como este”, asegura S.V.H., alumna de la Complutense. “¿Qué habría pasado —se pregunta— si algo así se hubiera producido en una mezquita? Que “esos” sepan que los católicos nunca responderán a la provocación con provocación para defenderse”.
“Pero nadie podrá callarnos —concluye esta universitaria—, ante el más mínimo atropello, burla, intimidación o cualquier otro apremio ilegítimo que ofenda los sentimientos religiosos de nadie. Además, acciones como estas están castigadas por nuestro ordenamiento jurídico. ¡Qué fácil y cobarde es actuar en el anonimato!”.
Sin embargo, lo del anonimato es relativo porque, según han asegurado varios cargos universitarios, “si se quiere, se podría reconocer a alguno de los que ayer entraron en la capilla”.
  
AMANECER SINDICALISTA

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